jueves, 14 de mayo de 2009

Participación política de las mujeres


Fabiola Yeckting Vilela*

Según Ana María Yañez los derechos sobre la participación política de las mujeres comenzaron a reconocerse recién a partir de 1995, a través de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) que como instrumento internacional primero está dirigido a las necesidades de los Estados de acelerar el proceso de la inclusión de la mujer y de su participación política a través de los mecanismos de la cuota, como una medida temporal en lo que atañe a igualdad. Desde allí, la necesidad de crear mecanismos para que las mujeres puedan ejercer sus derechos han sido reiteradamente progresivos y en 1995 en la Conferencia de las Mujeres en Beijing, China, ejercitando estos derechos fueron propuestos objetivos estratégicos para lograr equidad y desarrollo. Así desde 1995 la mayoría de los países de América Latina han adoptado el sistema de cuotas. Así el argumento principal es que no puede haber una sociedad justa o equitativa sin la participación de las mujeres en posiciones de poder formal y sin que los hombres y las mujeres tengan iguales oportunidades[1].


En el Perú es recién en la etapa de la transición democrática de Valentín Paniagua 2000-2001, es decir, luego del segundo período del gobierno de Alberto Fujimori, que el Congreso de la República impulsa la discusión acerca de las reformas constitucionales en un contexto de crisis política y social. En esta etapa se dan las más importantes movilizaciones y se expresa la participación de las mujeres a través del organizaciones como el Movimiento Amplio de Mujeres y la articulación de bases feministas y de organizaciones de la izquierda de los cuales destacadas lideresas pasaron a ser asesoras y ministras en el gobierno, como fueron los casos de Susana Villarán, Sofía Macher quienes o bien cumplieron su rol en el Estado o bien en instituciones con responsabilidad política en temas como el respeto a los Derechos Humanos en diversas instituciones como la Comisión de la Verdad y Reconciliación o el Ministerio de la Mujer. Lo más destacable como sostiene Guzmán es que congregó a todos los sectores de la sociedad. Además de iniciativas conjuntas del ejecutivo y del legislativo, como la Primera Audiencia Pública sobre Mujer y Reforma constituciona[2] ya que aparte de las violaciones a derechos humanos, como el cuestionado proceso de esterilización forzada, el gobierno de Fujimori no incluyó mecanismos transparentes de consulta con organizaciones de mujeres, como ocurrió en el caso de la creación del Ministerio de Promoción de los Derechos de las Mujeres que se dio a través del leyes especiales no constitucionales.


Algunos aspectos que destaca Guzmán[3] como avance en la participación política de las mujeres es el Acuerdo interministerial de 2000 sobre metas específicas en materia de equidad de género, promoviendo una mayor participación de las mujeres

- Plan Nacional de Acción por la Infancia

- Plan Nacional contra la Violencia hacia la Mujer 2002- 2007 (Comisión Intersectorial)

En las últimas elecciones regionales y municipales en el Perú en el 2006, a raíz del surgimiento de las cuotas se registra un incremento de las candidatas por regiones. Sin embargo, aún cuando a nivel nacional se han abierto espacios de participación política para las mujeres, se presentan algunas dificultades. Si revisamos las estadísticas veremos que varían de región a región. Para ello veremos la división de acuerdo a espacios geográficos más amplios. Por ejemplo en la Macreogión Norte comprendida por las regiones norteñas y de la parte amazónica presentó en Piura 52, Lambayeque 41, Cajamarca 48, La Libertad 63; Tacna 15; la Macroregión Nor Oriente Amazonas 19, San Martín 17, Loreto 22, Huánuco 25, Madre de Dios 7; Ucayali 15 luego tenemos la Macroregión sur central con Ayacucho 22, Apurímac 20, Huancavelica 9, Pasco 12, Junín 38, La Macroregión central Ica 44, Lima 248, Callao 43, Ancash 45, finalmente la Macroregión Sur central, Arequipa 40, Moquegua 18, Puno 43 y Cusco 44.

Aún cuando existe un evidente impacto de la ley de cuotas en los resultados de la participación política de las mujeres en las últimas elecciones regionales y municipales, se presentan algunas dificultades en el sistema y normatividad de la participación política de las mujeres. Según Diana Miloslavich esta situación propicia que algunas agrupaciones políticas no cumplan con la cuota de participación. Según sostiene El proceso electoral en el Perú incorpora el 30% de las mujeres en las listas al Parlamento Nacional y al Parlamento andino. En esta ocasión los partidos han cumplido la cuota en Lima. Sin embargo, el panorama es distinto en las regiones. Concertación Descentralista ha incumplido en Cusco, el Frente Amplio de Izquierda en Cajamarca y el Callao; Fuerza Perú en Puno; Justicia Nacional en Cusco; Perú Ahora en el Callao; Proyecto País en Cajamarca, Junín y La Libertad; Avanza País en Lambayeque; Frepap en Junín y La Libertad; y Alianza por el futuro en Junín. Como vemos el incumplimiento de los partidos chicos ha sido grande[4] Además agrega que el mayor número de candidatas mujeres está en Unión por el Perú con 58 mujeres, seguido de Justicia Nacional con 50, y Unidad Nacional con 49, La Libertad es el que lleva el mayor número de candidatas mujeres con un total de 63, seguida de Piura con 52 y Cajamarca con 48. Lima tiene 248 candidaturas. El total de mujeres es de 960 y representan el 33% de candidaturas.

Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales:

En las últimas Elecciones Regionales y Municipales 2006, la aplicación de la Cuota de Género tuvo un ligero impacto en la obtención de cargos electivos, debido a que los partidos políticos no ubicaron a sus candidatas en posiciones expectantes en las listas de candidatos. Al respecto hay que tener en cuenta que en estas elecciones la ubicación en la lista es importante, porque el elector no tiene la opción del voto preferencial.

En estas elecciones se incrementó la participación de las mujeres, como candidatas y como electas, en espacios legislativos de gobierno: Para las Regidurías Distritales se presentaron 25,268 candidatas, de las cuales resultaron electas sólo 2,340. Para las Regidurías Provinciales se presentaron 6,118 candidatas, de las cuales resultaron electas sólo 418. Por otro lado, a las Consejerías Regionales postularon 783 candidatas, de las cuales 63 fueron electas. 961 de las candidatas fueron propuestas como accesitarias al cargo de Consejera Regional.

A las Alcaldías Distritales se presentaron 631 candidatas, de las cuales fueron elegidas 45. A las Alcaldías Provinciales, de 126 candidatas al cargo, 3 resultaron electas, lo que aún demuestra la tendencia de los electores hacia la representación masculina. De 18 candidatas que postularon a una Presidencia Regional, ninguna obtuvo un cargo, siendo todos ocupados por varones. Es preciso señalar que las regiones de Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Lima y San Martín no tuvieron candidatas a la Presidencia Regional[5].

Según Guzmán Los resultados de la encuesta enviada a los mecanismos de la mujer en los países de la Región constatan la existencia de espacios de concertación y participación política y ciudadana, entre los que se destacan las Mesas de Diálogo (Argentina,18 Brasil, Colombia,19 Ecuador, El Salvador, México, Panamá,20 Paraguay, Perú21) y el reconocimiento de nuevos actores como interlocutores en los procesos deliberativos. Entre ellos, se destacan las organizaciones no gubernamentales (ONG), las organizaciones de mujeres, las asociaciones indígenas, las defensorías ciudadanas, la Iglesia y las universidades (ver anexo 1). En estos contextos las organizaciones de mujeres han constituido un importante factor de cambio social e institucional[6]. Este protagonismo ha permitido la inclusión de sus demandas en las agendas, nuevas formas de hacer política y han estimulado la creación de nuevas instituciones en el Estado.


Sin embargo, a partir de los resultados de la participación de las mujeres es posible preguntarse cuáles son los intereses que deben representar las mujeres en los espacios políticos. Según Yañez en principio se trata del ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y aspectos como la mortalidad materna y el disfrute de los derechos económicos y sociales, a los que podríamos agregar culturales y medioambientales. Ya que todos estos aspectos en la realidad dibujan un cuadro en el cual la mujer tiene menos educación, menos beneficios y menos acceso al derecho a la propiedad que los varones, porque además la experiencia muestra que generalmente los varones en cargos políticos son menos sensibles a las demandas, necesidades o sufrimientos de la s mujeres[7].


Pero, según también se ha podido ver no es suficiente que las mujeres accedan a puestos claves de toma de decisión política para que efectivamente reivindiquen los derechos de las mujeres porque también pueden convertirse en parte de un sistema autoritario y excluyente. Es allí cuando entre otros aspectos se constata el problema de la representación, es decir, que no siempre es posible que la mujer en los cargos políticos represente los intereses de un grupo diverso de mujeres, pero además esto ocurre cuando los mecanismos que garantizan los compromisos y acuerdos de gobernabilidad y democracia no funcionan como deberían. La otra cara de la moneda es cuando la participación de las mujeres logra relevar aspectos que propician el desarrollo equitativo, ya que también se ha comprobado que la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre problemáticas económicas contribuye a la mejora en planificación e implementación adecuada de proyectos que impulsen el desarrollo[8]. Esperemos ahora que se calienta el escenario político para las próximas elecciones se abran más espacios para la participación política de mujeres con comprobada trayectoria de liderazgo democrático.



* Citar con permiso de la autora

[1] Ana María Yañez, Internacional IDEA 2003 Quotas and Democracy in Peru The implementation of Quotas: Latin American Experiences p.2

[2] Virginia Guzmán Gobernabilidad democrática y género, una articulación posible 2003 La CEPAL p.48

[3] Virginia Guzmán Gobernabilidad democrática y género, una articulación posible 2003 La CEPAL p.51

[4] Fuente: http://www.flora.org.pe/cuotas.htm

[5] Fuente: http://www.onpe.gob.pe/proyectomujer/parti5.htm

[6] Virginia Guzmán, Guzmán Gobernabilidad democrática y género, una articulación posible 2003 La CEPAL p.18.

[7] Ana María Yañez, Internacional IDEA 2003 Quotas and Democracy in Peru The implementation of Quotas: Latin American Experiences p.2

[8] Ana María Yañez, Internacional IDEA 2003 Quotas and Democracy in Peru The implementation of Quotas: Latin American Experiences p.3

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